sábado, 24 de agosto de 2013

Autoevaluación para el progreso técnico del estilo libre




AUTOEVALUACIÓN PARA EL PROGRESO TÉCNICO DEL ESTILO LIBRE.

    En anteriores entradas te he dado las claves y los recursos técnicos para que te conviertas en un nadador eficiente, pero salvo que tengas un entrenador a tu lado http://www.tusclasesparticulares.com/profesores/madrid/profesor-entrenador-natacion-madrid-475200, necesitarás un método de autoevaluación para saber si lo estás haciendo correctamente. También puedes grabar en video tus sesiones de entrenamiento y cronometrar tus series. Puedes hacer un seguimiento que refleje bastante fielmente tus progresos, pero ante todo y con objeto de corregirte como si fueras tu propio entrenador personal, has de centrarte en tus propias sensaciones. 
    Aquí tienes los puntos donde tendrás que centrar tu atención si quieres que tu mejora técnica llegue a buen puerto.

    -En las rutinas de habilidades básicas:

1. Nadar cuesta abajo. Una vez que estés bien colocado, en una postura recta y compacta ejerce presión sobre tu boya, tu pecho, para mantener la cadera y las piernas lo más cerca posible de la superficie. Podemos decir que deberías sentir como si tu cuerpo estuviera ligeramente inclinado cuesta abajo. En realidad estás horizontal pero como ejerces mayor presión vertical con la parte delantera del cuerpo parecerá que te inclinas hacia el fondo de la piscina. Objetivo: reducir la resistencia de forma.

2. Patinar de lado. Cuando comiences a dar brazadas debes girarte sobre el costado de manera que tu ombligo mire hacia las paredes de la piscina en lugar de hacia el fondo. Serás como una embarcación  en una quilla muy estrecha. Desliza sobre tus costados manteniendo tu mano y tu brazo en un ángulo descendente para seguir manteniendo la presión sobre tu boya. Continua patinando mientras el brazo de retorno llega un poco por delante de la cabeza, momento en el cual procederás al cambio de brazo y patinarás sobre el otro costado.

3. Cuenta las brazadas. Uno de los indicadores de destreza técnica y eficacia de nado es la distancia que recorres con cada brazada. Contar las brazadas que necesitas para cubrir cada largo de piscina es un buen modo de autoevaluación.

    -En las rutinas de desarrollo de la habilidad

1. El tubo. El tubo es una imagen mental que te ayuda a hacerte consciente del espacio a través del cual estás nadando. El objetivo es minimizar el tamaño del tubo por el que desliza tu cuerpo en el agua. Cuando estás ejercitando la rotación y el equilibrio lateral con una postura firme y un equilibrio perfecto, los hombros van horadando un tubo mientras avanzas girando por la calle. Cabeza, caderas y piernas deben permanecer 
dentro de ese tubo. Si utilizas esta imagen mental mientras nadas con brazada completa, sólo los brazos podrán salir del tubo. Si las piernas lo hacen al dar patadas, aunque en cierto modo aumentes la fuerza de propulsión, suelen añadir más resistencia que propulsión, mal negocio. Mucho gasto energético y poco rendimiento.

2. Patada desde las caderas. No sólo las piernas deben permanecer dentro del tubo. Además has de utilizar los músculos correctos para darlas. El movimiento surge de la cadera y dejamos que la rodilla ceda sólo ligeramente a la resistencia del agua en el movimiento descendente de la pierna. En el movimiento ascendente la rodilla no se flexiona en absoluto. Un modo de entrenar y corregir la patada es practicar la patada vertical con las manos cruzadas en el pecho. Nota como las patadas ayudan a impulsar la rotación del cuerpo.

    -En las rutinas de nado completo.

1. Conexión entre mano y cadera. ¿Recuerdas cuando en mi primer post explicaba como el verdadero motor del cuerpo no son tus brazos, sino tu tronco? Los nadadores muy efectivos utilizan los brazos fundamentalmente para trasmitir la energía generada por la rotación del tronco en el agua. La entrada en el agua de la mano y la rotación son todo uno. Debes sentir la conexión interna de la cadera que gira y tira de la mano que está dando la brazada durante todo el movimiento. Si empiezas a dar la brazada demasiado pronto, no sentirás esta conexión y tus hombros acabarán haciendo la mayor parte del trabajo, la brazada se adelantará y terminará antes que la rotación del tronco y no aprovecharás la fuerza de los músculos de tu tronco mucho más fuertes y capaces de desplazarte hacia delante.

2. Conexión entre el brazo que entra y  la cadera. También debes mantener una conexión entre el brazo que entra y la cadera correspondiente. Desde el momento en que el brazo de retorno sobrepasa la cabeza y comienza a desplazarse hacia el punto en el que atravesará la superficie, debes sentir como si el brazo se estuviera estirando por obra de la rotación del tronco en lugar de estar sólo lanzando la mano hacia delante desde el hombro. La extensión frontal del brazo comienza cuando lo hace la rotación del tronco y finaliza cuando termina esta rotación.

3. Brazo ingrávido. Cuando estés respirando hacia un lado, el brazo contrario debe permanecer estirado delante de ti con un ligero ángulo descendente. Durante la inhalación el brazo estirado debe permanecer extendido sin peso. De este modo estará en el lugar correcto para empezar la siguiente brazada cuando comiences la siguiente rotación.

4. Sigilo. No creo que haga falta mucha explicación. Ten claro que el ruido, el chapoteo y las olas desperdician una energía cinética preciosa en el agua. Para convertirte en buen nadador debes ser capaz de provocar una estela tan pequeña que no pase a las corcheras de otras calles de la piscina. 

    Creo que si fijas tu atención en estos puntos podrás evaluarte de una manera bastante fiel, aunque no está de más que te apuntes a un grupo que nade con tus mismos objetivos o que contrates los servicios de un entrenador al menos en uno de cada cuatro de tus entrenamientos.

    Sólo me queda presentarte un video del que yo y creo que la gran mayoría de entrenadores y nadadores consideramos el mejor nadador de todos los tiempos. Popov.



    

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