lunes, 12 de agosto de 2013

Aprende a nadar en aguas abiertas

                                       

                                      APRENDE A NADAR EN AGUAS ABIERTAS

    ¿Quieres salir de la piscina y descubrir la libertad de nadar en el mar? Si siempre has nadado en piscina y quieres enfrentarte al gran azul es importante que adaptes tu técnica, que pierdas el miedo a nadar en grupo y sin corcheras y que aprendas a adaptarte a las condiciones cambiantes del mar y las  olas. Hay que tener en cuenta que las condiciones del mar son muy diferentes a las de la piscina y tienes que prepararte adecuadamente. 

    Voy a darte unos consejos para que trasformes tu forma de nadar y te conviertas en un nadador adaptado a los embates del mar. Descubre un nuevo mundo de libertad sin lineas en el suelo ni volteos cada 25 metros.

    Como aprovechar al máximo tu brazada

1.- Si quieres avanzar de manera eficaz necesitas una remada amplia y bien dirigida que acabe por debajo del muslo, pero cuando nades con olas o cambios de corriente el único modo de contrarrestar sus efectos es empujando muy bien el agua. Cuida especialmente que la remada sea profunda y que no lleve la mano hacia la superficie.

2.- Si quieres aprovechar al máximo la flotabilidad del mar y del neopreno (en los casos en que este sea necesario), los brazos tras cada recobro deben colocarse bajo el agua y evitar empujarlos hacia delante. E brazo más adelantado (recuerda que siempre nadamos en el primer cuadrante) queda sumergido aproximadamente un palmo bajo el agua. Evita dejarlo en la superficie, tu cadera perdería la flotabilidad y la resistencia que tendrías que vencer se haría mayor paulatinamente, malgastando así tu energía.

3.- La coordinación entre los brazos es determinante para aprovechar cada uno de tus impulsos. Por esa razón buscarás que los brazos se relven delante de ti (primer cuadrante). Justo  cuando uno está entrando en el agua el que se encuentra deslizando por delante, empezará su impulso.

    La orientación: Punto clave en el mar.

    Si quieres seguir la trayectoria hacia el punto de referencia, la boya, es determinante elevar la cabeza ligeramente para distinguirlo fuera del agua. Pero si quieres evitar que que aumente la resistencia al elevar la cabeza y conseguir de manera eficaz que no afecte a tu nado estas son las técnicas que has de seguir.

1.- Sigue nadando en el primer cuadrante, coordinando los brazos por delante de tu cabeza.

2.- Cada brazo tendrá su función. Por un lado aprovecha el impulso con uno de ellos para respirar y por el otro el brazo contrario será el que destinará su impulso para elevarte sobre la superficie. Respira por tu lado habitual ya cada cuatro o cinco brazadas eleva por delante tu cabeza pero evita respirar para evitar tragar agua salada.

3.- Mantén una buena amplitud de brazada y una frecuencia baja para poder mirar delante de ti con tiempo. Recuerda no mirar y respirar al mismo tiempo. Si tragas agua en el mar puedes crear una situación de estrés con lo que no conseguirás ni orientarte ni respirar.

    La táctica de las aguas abiertas.

1.- Ir a rebufo o a pies. Al igual que en la bicicleta, cuando aprovechas la estela que deja el nadador que te precede puedes llevar la misma velocidad pero con mucho menos esfuerzo. Busca a alguien con buena cadencia y busca sus pies, lograrás un ritmo más alto pero con una sensación de esfuerzo menor. Eso si, procura no llegar a tocarle los pies, si rompes su ritmo será contraproducente.

2.- Drafting, nado en grupo. Funciona igual que los relevos en un grupo de escapados en una prueba ciclista. Se trata de que los que vayan detrás estén más descansados y puedan dar relevo en otro momento.


    Si quieres tener éxito en tus travesías en el mar, recuerda:

1.- Entrena en el mar siempre que ello sea posible.
2.- Nada en grupo y bajo supervisión técnica, podrás poner en práctica tanto aspectos técnicos como tácticos.
3.- Entrena en situaciones de hipoxia (falta de aire). Bucea y nada, nada respirando pocas veces, mantén la respiración en estático, etc. Te ayudará a controlar la situación de estrés que puede suponer el nado en aguas abiertas.
4.- Haz un buen calentamiento. Aunque vayas a nadar una larga distancia dedica antes 15 minutos a adecuar la respiración y adecuar tus músculos y articulaciones al esfuerzo. No uses los primeros metros de la prueba para calentar. No te olvides de los entrenamientos.
5.-Hidratación y alimentación. Para evitar calambres sigue una buena hidratación antes y durante la prueba. Come alimentos ricos en potasio y magnesio, estira la zona posterior de las piernas y bebe de vez en cuando isotónicos.
6.- Aprende a seguir las corrientes para nadar con amplitud y dejarte llevar por las olas sin mucho esfuerzo.
7.- Si no puedes nadar en el mar y lo haces en piscina, utiliza las técnicas que te he dado e intenta nadar con los ojos cerrados diez metros en cada largo.


    

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