martes, 24 de junio de 2014



    FACTORES METEOROLÓGICOS EN LA NATACIÓN EN AGUAS ABIERTAS.

Para que tu nado en el medio natural te resulte eficiente, no sólo debes adquirir una técnica de nado apropiada con una buena orientación, sino que además debes conocer las características del lugar y tener en cuenta las condiciones hidrometeorológicas.

Los escenarios varían, y no siempre son conocidos por los participantes, esto le demanda una dosis extra de concentración que deben exponerse durante cada prueba, por este motivo debemos tratar de recabar la mayor información posible de la zona a nadar, generalmente los organizadores se limitan a dar consejos y sugerencias de seguridad, que, por supuesto son sumamente necesarias y que se deben cumplir para que la prueba se realice con éxito, pero dejan de lado la información detallada sobre las características particulares del lugar.

Existen multitud de cuestiones relativas a la estrategia de nado, la profundidad del lugar, las corrientes, situación y forma de pasar las boyas, características de los lugares de salida y llegada así como las cuestiones relativas a temperatura, presión atmosférica, vientos dominantes, mareas o velocidad de las corrientes. Todos estos elementos son básicos para determinar la estrategia a seguir en la carrera.

Antes que nada debemos conocer los puntos cardinales para establecer su dirección, el viento se determina desde donde viene, es decir desde el punto cardinal Norte, Sur, Este u Oeste, o sus intermedios medidos en 360 ° Ver “rosa de los vientos”, la importancia del viento es radical, la altura de las olas, y las corrientes son solamente dos componentes de su acción.



Corrientes:
Constantemente las masas de agua están en movimiento, no sólo por las corrientes marinas (que no influyen directamente en la costa, salvo temperatura del agua), también las de marea, que se presentan en forma constante en diferentes direcciones e intensidad, cuya deriva puede ser advertida por un nadador a 100 ó 150 metros de la línea de playa, (en nuestras costas la marea es semidiurna, es decir se producen dos bajamares y dos pleamares por día), ya en la zona de rompiente existen varios tipos de movimiento de agua, entre las más conocidas corrientes laterales y de retorno, las mismas tienen influencia directa por la acción del viento, ángulo de incidencia de la rompiente con relación a la playa y altura de las olas, justamente dependiendo del modo en que se produce es mecanismo vamos a tener la corriente en distinta dirección paralela a la costa, que son las que forman las canaletas, entre éstas existen los bancos, en determinado momento, éstos bancos pueden romperse por la presión ejercida por las masas de agua generando las denominadas corrientes de retorno, que son canales con una fuerte corriente perpendicular (con doble alimentación) u oblicua (sólo una alimentación).
Temperatura del agua:
Sabemos de la importancia radical que tiene éste parámetro, actúa directamente en nuestro bienestar y rendimiento, hay quienes soportan con mayor facilidad el umbral de la hipotermia (personas con mayor tejido adiposo), pero los delgados pueden caer en la crisis, aún con trajes especiales, dependiendo del tiempo de exposición y la temperatura del agua.

Temperatura ambiente:
Quizás el parámetro más conocido y que concentra mayor atención, si bien en el agua la alta temperatura ambiente y sol directo nos influye negativamente, podemos sentir aún más sus efectos fuera del entorno acuático, en cambio la baja temperatura ambiente, sumado a aguas frías y viento, puede ser un cóctel peligroso al momento de la natación o en su etapa de transición.

Presión atmosférica:
Un parámetro conocido por su divulgación, pero que muchos desconocen que su influencia es radical al momento de ejercer alguna actividad física, con valores por debajo de la presión normal 1013 Hecto Pascales, la sensación de falta de aire o incomodidad es habitual, por supuesto que bajo la influencia de presiones muy por debajo de los valores normales, menores de 1000 HP, las condiciones físicas se ven notoriamente alteradas bajando nuestro rendimiento, por el contrario si la presión es normal o levemente superior (asociada generalmente a masas de aire frías o fresca), estaremos en un buen momento para la práctica deportiva.